＜p＞＜strong＞Un testimonio en primera persona＜/strong＞＜/p＞
＜p＞11 de marzo de 2004. ≪Esta ma?ana la rutina se quiebra, hoy no llegaremos a Atocha. No seremos nosotros quienes alcanzaremos nuestro destino, ni ninguno ganar? tiempo en los trasbordos; hoy ser?n el tiempo y el destino quienes nos alcanzar?n a nosotros. En el vag?n se produce una violenta sacudida que me hace suponer y temer que hemos sufrido un choque y, aunque no acierto a imaginar contra qu?, pienso que tal vez sea contra otro tren que ven?a en sentido opuesto. En ese momento no encuentro otra explicaci?n.＜/p＞
＜p＞Se me ocurre de manera autom?tica que tras la colisi?n existe la posibilidad de un descarrilamiento. Me sujeto firmemente, aunque con bastante dificultad, al asiento y llevo la barbilla al pecho. Sin embargo, lo que va a llegar no lo esperaba nadie≫.＜/p＞
＜p＞En este tren al encuentro de su pesadilla viajaba el autor de este libro desolador y numerosos miembros de familias que ya nunca fueron las mismas. Con ellos viaja tambi?n la muerte, invisible e inexorable, escondida en una mochila. La enorme tragedia de aquel aciago 11-M marc? un antes y un despu?s en nuestro pa?s y conden? al recuerdo a quienes pudieron sobrevivir. Jos? A. Garrido da un conmovedor testimonio de todo lo que entonces ocurri? y de lo que supuso auxiliar a las v?ctimas en los primeros momentos. A lo largo de estas p?ginas entrelaza vivencias, recuerdos y sentimientos, como seguramente le ocurri? a cada uno de los que ese d?a se encontraban en los trenes.＜/p＞
＜p＞≪No me gusta la denominaci?n de h?roe, algoque por supuesto no soy. Si ese d?a hubo h?roes, son los hombres y mujeres que quedaron para siempre en las v?as y andenes. A todos los dem?s solo nos puede caber la satisfacci?n de haber cumplido con nuestro deber, unos como ciudadanos responsables y otros desde la exigencia de sus puestos de trabajo≫.＜/p＞画面が切り替わりますので、しばらくお待ち下さい。

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